Propuesta de argumento para la nueva película de Star Trek sobre la formación de la Flota Estelar "en la línea Kelvin"

En la línea de verdad (no la otra) el sintético Picard, aburrido de su vida en la Academia de la Flota Estelar, decide viajar a través de un flujo de taquiones al pasado. Su objetivo es conocer a sus referencias, el joven James T. Kirk y el capitán Archer...

 

Picard llega a la Academia en el momento en que Kirk está siendo expulsado por mal comportamiento. Los dos se hacen amigos rápidamente y comienzan a beber juntos. En un ataque de locura, deciden robar un transbordador experimental que les transporta al siglo XXII.

En el siglo XXII, Picard y Kirk conocen al capitán Archer, el primer comandante de la USS Enterprise. Archer les invita a bordo de su nave y los tres se convierten en compañeros de aventuras. Una noche, organizan una timba de póker en la que participan varios miembros de la tripulación.

En la timba aparece Q, se une y, gracias a su poder, gana todas las manos. Como castigo, les explica el peligro que representa la línea Kelvin y los tres capitanes quedan traumatizados. Q se transporta junto con Picard, Kirk y Archer a la época de Nero cuando era adolescente.

Q, Picard, Kirk y Archer advierten a Nero de que, si intenta viajar en el tiempo, lo convertirán en polvo espacial. Nero, asustado, decide convertirse en Testigo de Jehová. Sin embargo, su conversión no es sincera y, al cabo de un tiempo, se marcha a Talos VI, donde forma su propia secta...

La línea Kelvin desaparece y el universo vuelve a la normalidad. Picard, Kirk y Archer regresan a sus propias épocas, donde continúan con sus vidas... 

PD: Así todas/os somos más felices. Larga vida y prosperidad...

Menos mal que nos queda Portugal

Homenaje a Siniestro Total y José Saramago

España y Portugal: dos euros, dos monedas, dos estados, dos visiones y la misma península…

En 2024, España y Portugal emitirán tres nuevas monedas conmemorativas de dos euros. Las dos monedas españolas celebrarán cosas como el doscientos aniversario de la Policía Nacional o la catedral, el Alcázar y el Archivo de Indias de Sevilla, mientras que la divisa portuguesa conmemorará la Revolución de los Claveles en su quincuagésimo aniversario.

Las tres monedas tienen el mismo valor y comparten el mismo diseño común en el anverso. Sin embargo, un análisis más profundo revela que estas monedas también representan dos visiones muy diferentes de la Historia y la identidad de los dos estados.

Por un lado, una de las monedas españolas celebra a una institución del estado, la Policía Nacional. Esta institución fue fundada en 1824, durante el reinado  de  Fernando  VII  el  Felón,  y  ha  estado  presente -para bien y para mal- en la Historia de España desde entonces. La pieza muestra el escudo de la policía y la leyenda “Policía Nacional 1824-2024”. La otra moneda recuerda símbolos como la catedral, el Real Alcázar y el Archivo de Indias de Sevilla. Tan majestuosos como asociados al genocidio cultural de los pueblos americanos y al imperialismo español.

La moneda portuguesa, por otro lado, conmemora un evento revolucionario popular, la Revolución de los Claveles, que tuvo lugar en 1974 y puso fin a la dictadura militar de Marcelo Caetano, el sucesor del fascista António de Oliveira Salazar. La divisa muestra en el centro un clavel rojo, símbolo de la Revolución, y alrededor suyo, la leyenda “Portugal 25-04-1974_2024” y el primer verso del mítico poema “25 de Abril” ("O Nome das Coisas”, 1977): “Esta é a madrugada que eu esperaba” (Esta es la madrugada que yo esperaba), obra de la poetisa lusa Sophia de Mello Breyner Andresen.

Estas tres monedas representan dos visiones muy diferentes de la Historia y la identidad de España y Portugal. Las piezas españolas celebran el estado y las instituciones existentes, mientras que la moneda lusa celebra la Revolución y el cambio social.

En este sentido, las monedas españolas parecen más acordes con la visión de la historia y la identidad que ha prevalecido en nuestro país desde la transición a la democracia. Según esta visión, España es un estado con una larga tradición y una monarquía que prevalece en su tiempo histórico. La moneda de la policía es un símbolo de esta continuidad histórica, lo mismo que el Alcázar, la catedral o el Archivo de Indias.

La divisa lusa, por otro lado, está más acorde con la visión de la Historia y la identidad que ha prevalecido en el país vecino desde el 25 de Abril de 1974. Según esta visión, Portugal es una nación con una Historia de lucha por la libertad, la democracia y el progreso. La moneda de la Revolución de los Claveles es un símbolo de este espíritu revolucionario.

¿Dónde me apunto? Como ciudadano del Reino de España (por accidente geográfico e imperativo legal), catalán (también por accidente geográfico y construcción cultural) y republicano (por reflexión y decisión propia), no puedo evitar sentirme un poco decepcionado con las monedas españolas. La del Real Alcázar de Sevilla es una pieza bonita estéticamente, pero me parece que no es un símbolo muy inspirador.

Me gustaría ver una moneda española que celebrara eventos históricos distintos, como la Gloriosa de 1868, la Constitución Republicana de 1931, el Puente de los Franceses, la liberación de París a cargo de “La nueve”, la resistencia contra la dictadura franquista, la plurinacionalidad y la diversidad, la movida de los años ochenta del siglo pasado… Una divisa que celebrara el progreso y el cambio social, en lugar de la continuidad histórica.

Quizás algún día se acuñe una pieza así. Mientras tanto, me planteo pedir la nacionalidad portuguesa. Después de todo, la moneda lusa me parece mucho más inspiradora.