Desmond Tutu, Paul Preston, Ken Loach y otras personalidades internacionales reclaman el derecho a decidir de Catalunya

Desmond Tutu, Paul Preston, Ken Loach y otras siete figuras internacionales han firmado un manifiesto en el que solicitan que los catalanes "puedan votar sobre su futuro". Parece que la sensatez sigue siendo una rareza en el Estado español, donde, como tantas veces, es necesario mirar más allá de nuestras fronteras para encontrar algo de cordura entre tanto ruido de charanga, pandereta y superficialidad.

Copio y pego un extracto del manifiesto: “Una mayoría de catalanes han expresado repetidamente y de diversas maneras su deseo de ejercer el derecho democrático de votar sobre su futuro político. Esta firme demanda de votar es el resultado de un largo desacuerdo entre los gobiernos de Cataluña y España sobre el grado de autonomía cultural, política y financiera que deberían disfrutar los catalanes, a pesar de los numerosos intentos de alcanzar una solución aceptable”.

El gesto de los firmantes es admirable, pero temo que esperar un cambio en la naturaleza política del Estado español es tan inútil como pedir peras al olmo. Es, en esencia, como el escorpión que, incapaz de renunciar a su instinto, termina picando a la rana incluso cuando ello significa hundirse ambos en el estanque.

En medio de este naufragio de razones, no faltará el típico "listo" autoproclamado "de izquierdas" que les acuse de servir a un "nacionalismo maléfico" que "se envuelve en banderas para justificar los recortes". Tampoco el habitual tertuliano iluminado o el "estadista" de la derecha salvapatrias, siempre dispuesto a proponer la ilegalización de cualquier disidencia.

Con semejante fauna, no me extrañaría verme pronto cruzando los Pirineos, buscando una sala donde proyecten el cine de Ken Loach o una librería donde aún sea posible comprar los libros de Preston.